Tenía 21 años de edad al momento de su desaparición. Sus padres estaban divorciados y tenía un hermano mayor. Beatriz, su madre, expresa que Marcelo, desde chico, era muy cariñoso y familiero, pensante y observador, siempre tenía la palabra justa para cada situación. Vivía con su esposa en un departamento que ambas familias ayudaron a comprar en el barrio de la Paternal.
Ellos se pusieron de novios desde muy jovencitos, estaban muy enamorados y siempre andaban juntos compartiendo todo. Llevaban 10 meses de casados. Él estudiaba Ciencias de la Educación en el Instituto Joaquín V. González, ella estudiaba en el Centro de Rehabilitación del Lisiado y juntos realizaban trabajo Social en una Sociedad de Fomento de un barrio obrero en Mataderos, lo que hacían convencidos de ver un mundo mejor.
Ingresó al Banco en agosto del 76 y se desempeñaba como Auxiliar en la Rama Administrativa en Contaduría General de la Casa Central. En el 77, cuando salía temprano de la oficina, se sumaba a las rondas de las Madres en Plaza de Mayo.
Fue secuestrado de su domicilio en la madrugada del 18 de mayo del 78 junto a su esposa, Mirta Nélida Schwalb. A la mañana siguiente él no se comunicó con su madre, ni su esposa fue almorzar con sus suegros, como habitualmente lo hacían. Es entonces cuando las familias inician su búsqueda.
La medida dispuesta por Acta de Resolución de Directorio Nº 4751/79 de fecha 21 de agosto de 1979, basada en “Abandono de cargo” por “inasistencias prima face injustificadas”, fue una acción sin sanción que declaró el “ Cese de relación de empleo”.
Los padres se enteraron de que había desaparecidos en el país y tomaron conciencia de la magnitud de la situación cuando tuvieron que hacer largas colas ante Organismos de Derechos Humanos para denunciar el secuestro de su hijo y de su nuera, y desde entonces comenzaron a participar de las rondas de las Madres de Plaza de Mayo.
En 1984 ambas familias publicaron en el Diario Clarín un aviso de importante dimensiones con fotos de ambos, con la esperanza que quién supiera algo de ellos aportara alguna información. Como respuesta, en el mes de octubre el padre de Jorge recibió en su casa una carta anónima con contenido antisemita, propio de una ideología nazi, que revelaba en forma brutal con términos de lo más ultrajantes el destino fatal de la pareja. Esta carta él la llevó a todos los diarios, los que, a excepción del Diario Nueva Presencia, se negaron a publicarla.
Marcelo y su esposa continúan desaparecidos y hasta la fecha sus familias no han tenido noticias sobre su destino.
Por Acta de Resolución nº 1660/04 de fecha 22 de diciembre de 2004, el Directorio cambió su encuadre administrativo legal declarando que la causa que motivó su desvinculación laboral de la Institución fue su situación de “desaparición forzada de persona”.
Biografía aportada por la Coordinación de Derechos Humanos del Banco de la Provincia de Buenos Aires.
