Roberto egresó de la Escuela Nacional de Comercio Juan Bautista Lasalle en 1972 y al año siguiente y solo con 17 años, ingresó al Banco como aspirante, modalidad utilizada por aquel entonces para los menores de edad.
Su primer destino laboral fue en la Agencia Liniers, luego fue trasladado a la Oficina Ciudadela, posteriormente a Oficina Y.P.F. y finalmente en la Of. Av. La Plata, su último destino.
La vida vertiginosa de Roberto, como la de tantos jóvenes de la época que parecía no dar lugar a pausas ni dubitaciones, hizo que al tiempo de conocer a Alicia Beatriz Cortese, empleada del Banco Ganadero y con solo 20 años, contrajeran enlace.
Esa unión fue tan fuerte como el compromiso que ambos asumieron con una militancia intensa y comprometida porque “Cacho” y “Tina” no solo estuvieron unidos por el amor sino por su modo de concebir al mundo, convencidos de que era posible un mundo mejor.
Único hijo de Roberto Hugo Barrera y Laura Faintino, así de “precoz” fue la vida de Roberto, tan corta como intensa.
La atrocidad del terrorismo de Estado hizo que Roberto, como muchos otros militantes, intentando resguardar su vida, se alejara del Banco. Renunció en julio de 1977, pero lo secuestraron junto a su esposa Alicia a los 2 meses. Ambos aún permanecen desaparecidos.
Según su padre: “Por el aviso anónimo de un vecino de Barracas, se enteró que en la madrugada del 8 de setiembre de 1977, varias personas uniformadas destrozaron la puerta de ingreso al edificio donde Roberto vivía con su esposa Alicia y luego irrumpieron al departamento … destrozando “todo lo que no pudieron llevarse”.
Cuando desde la Comisión nos comunicamos con su padre Roberto en julio de 2013, en una corta comunicación telefónica cargada de emoción, nos contó que su esposa Laura había muerto de tristeza hacía unos años.
Al requerir su presencia para recibir la medalla por la que el Presidente del Banco reconoció a su hijo como empleado víctima del terrorismo de Estado, embargado por la emoción nos contestó que para él iba a ser demasiado fuerte y que no creía poder soportarlo.
A pesar de nuestros reiterados intentos, no pudimos volver a comunicarnos. Pero en el Acto del 122° Aniversario del Banco, fue la Madre de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, nuestra querida Nora Cortiñas, quien en representación de la familia de Roberto recibió la medalla de manos del Presidente.
(Biografía aportada por la Comisión de Empleados del Banco de la Nación Argentina por la Memoria, la Verdad y la Justicia)
