Ingresó en la Casa Central del Banco el 8 de agosto de 1955 a los 20 años, como principiante de maestranza, un mes antes del derrocamiento del gobierno constitucional del Presidente Perón.
Juana su esposa y sus hijas Norma y Claudia, cuando vinieron a recibir la medalla en nombre de su padre nos dijeron “Arteaga dedicó su vida a tratar de llevar alegría y felicidad a los más necesitados, especialmente a los niños”. “Muchos chicos del barrio empezaron a hacer deporte gracias a él que les daba clase de boxeo”, nos contó Claudia, su hija menor. Inmediatamente Norma agregó: “en un homenaje que le hicimos el año pasado en el barrio, hubo muchachos ya hombres que mirando su foto, contaban a sus hijos: gracias a él yo conocí el mar”. La emoción y el orgullo las invade al recordar a su padre: “con esos valores de entrega y solidaridad que él practicaba, nos educó a sus a sus 4 hijos, por eso estamos agradecidos y orgullosos de él”.
El 26 de julio de 1968, mientras gobernaba el Gral. Juan Carlos Onganía, en las elecciones de Comisión Gremial Interna fue electo miembro suplente de la Mesa Ejecutiva, sería el comienzo de una militancia gremial que continuó hasta el final de sus días.
Mientras el golpista Alejandro Lanusse, obligado por las luchas populares, aparecía como la cara visible de la apertura democrática, en febrero de 1972, Arteaga fue designado “Por el Secretario General Nacional de la Asociación Bancaria, Secretario de Administración de la Sub-sede Morón de la Seccional Buenos Aires” (consta en su legajo) y gozó de licencia gremial por ese motivo hasta el 29 de marzo de 1976, cuando a 5 días del golpe, por telegrama colacionado le informaron “deberá reintegrarse a su puesto porque quedó sin efecto la comisión que tenía al momento”.
Arteaga fue secuestrado el 17 de octubre de1976. El 20 de diciembre de ese año, fue dejado cesante por el art. 29 inc. A) del Estatuto del Personal de Banco.
Su nombre integra la Causa 13º, donde se lee “está probado que las heridas de bala que ocasionaron la muerte de Daniel Hugo Arteaga, en la madrugada del 4/12/76, en la intersección de las calles Dorrego y Figueroa Alcorta de esta Capital, fueron producidas por el accionar de personal que actuaba bajo el comando operacional del Primer Cuerpo de Ejército. La suerte corrida por Arteaga permite afirmar su previa privación de la libertad y que la agresión que causó su muerte, fue llevada a cabo mientras éste se encontraba en total indefensión.”. (Caso Nº 427 – Causa 13/84).
“Este reconocimiento pone fin al silencio que durante 30 años mantuvo el Banco sobre un empleado que al momento de desaparecer había trabajado 21º años en la Institución. Por eso nuestra desconfianza inicial, muchas gracias porque nuestro padre se lo merecía.” dijeron sus familiares con profunda emoción mientras sostenían la medalla en sus manos.
(Biografía aportada por la Comisión de Empleados del Banco de la Nación Argentina por la Memoria, la Verdad y la Justicia)